lunes, 6 de agosto de 2007

Jose Mª Suárez en "Rincones escurialenses"


Jose Mª Suárez en su entrañable libro en prosa poética “Rincones escurialenses”, nos deja estas líneas:

Amplia la mirada sobre la tierra madre, cercana, viva. Amplio también el corazón. Curva de regazo. Sobre los álamos y los chopos, sobre los robles, todas las esquinas al viento.
Hondonada abierta de par en par, la Herrería se llega calladamente, como con pasos de niño. Verde vegetal recién nacido, acunado en brazos de la montaña.
Hay un perfume a lluvia, a savia, a tierra bien caliente. Todos los manantiales, entre rocas, golpeando la tarde.
Cima adelante, entre rocas redondas y macizas, la mirada se columpia en saltos, en piruetas, casi en vuelos. Pueblos lejanos coloreados de rojo y gris. Y un sol de oro, viejo de siglos, primitivo, buscando espejos centelleantes, cristales, luz.
Tierra madre, montaña, carne y sangre del tiempo. Sobre el atardecer, nostalgias de niñez se han quedado prendidas entre las altas rocas y los árboles firmes.